martes, 3 de febrero de 2009

La Historia de la Radio en Argentina

En este posteo, voy a analizar la evolución de la radio en la República Argentina, sobretodo a partir de las décadas del ’40 y del ’50, mediante una descripción solapada acerca de la forma en la cual fue ocupando un sitio relevante hasta nuestros tiempos modernos.

La radio es un sistema de comunicación transmitido mediante ondas electromagnéticas que se propagan por el espacio. En la actualidad, constituye el medio de comunicación por excelencia de las áreas alejadas de la televisión y de las grandes concentraciones urbanas.
La radio es, desde hace mucho tiempo, el instrumento de comunicación más difundido en todo el planeta, dado su menor costo económico tanto para emisores (generalmente empresas) como para los receptores (público en general). También tiene mucho que ver en esto el tamaño de los receptores radiales, ya que desde las primeras radios hasta las actuales se ha ido reduciendo el tamaño y forma como el material empleado en su construcción a lo largo de las décadas. Ahora ya no existe la radio enorme de la década del 40, que dio lugar a la radio que conocemos actualmente, el grabador y el walkman, entre otros, que permiten por su tamaño trasportarlos de un lugar a otro durante el transcurso del día, pudiendo funcionar con corriente o con baterías, favoreciendo su difusión a todos los sitios y lugares habitados por el hombre.
La necesidad de comunicarse con sus semejantes, venciendo las distancias, agudizó el ingenio del hombre desde épocas remotas. Fue con la radio que el hombre encontró, en tiempos relativamente difíciles, el instrumento capaz de satisfacer sus deseos de transmitir toda clase de información a larga distancia, situación antes imposible de realizar.
Ese mundo imaginario y sonoro no podía estar ausente en la historia de
nuestro país, cuando un grupo de jóvenes decidía transmitir, desde una terraza de la ciudad de Buenos Aires, la primera emisión radial “casera” de nuestro país, posteriormente considerada como la primera en el mundo. Según la opinión de Felipe Pigna, “ (...) se produjo (...) el 27 de agosto de 1920. (...) se instaló una antena y un transmisor sobre el (...) Teatro Coliseo Argentino, la noche en que se presentaba (...) la ópera Parsifal, de Richard Wagner. (...) Más allá de algunos ruidos producidos por la estática, la transmisión fue todo un éxito.”[1]
Una vez establecida, la radio argentina fue la primera en utilizar un lenguaje de radio en forma continua, es decir, transmitiendo todos los días a un mismo horario, llevando espectáculos culturales a un público que no tenía acceso a los mismos. Luego comenzaron a surgir
otras emisoras no menos importantes, que comenzaron a ofrecer publicidad, y lo primero que empezó a publicitarse fue casualmente la venta de equipo receptores de radio. Al mismo tiempo se implementó la transmisión de espectáculos deportivos como ser combates de boxeo transmitidos en vivo, siendo uno de los primeros, según Pigna, “(...) la famosa pelea entre el campeón argentino Luis Ángel Firpo y el campeón mundial, Jack Dempsey”[2] (transmitida por Radio Cultura desde New York en 1924), programas humorísticos, musicales, de información general y los famosos radioteatros, los cuales marcaron una época gloriosa del panorama cultural argentino, ya que lograron convertirse en una pasión nacional, logrando una gran popularidad.
Además, al decir de Felipe Pigna, “ la radio fue (...) el medio más utilizado por los dirigentes políticos para difundir sus ideas, (...) Hitler, en Alemania, y Roosevelt, en Estados Unidos, estuvieron entre los primeros en recurrir a las cadenas nacionales de radiodifusión para llegar a todos los habitantes de sus países (...).”
[3]
Posteriormente, el surgimiento de la televisión opacó los espectáculos en vivo antes transmitidos en radio, sin embargo, ésta logró resurgir ofreciendo mensajes nuevos, mucha música, entrevistas, un lenguaje especial y fundamentalmente la información casi instantánea.
A pesar de los años transcurridos, se puede considerar que la radio
continúa cumpliendo con la función social que se impuso desde sus inicios: entretener, informar, comunicar, llegar a los lugares más remotos del planeta y a todos aquellos hogares donde la radio es el medio elegido como favorito de las personas que prefieren escuchar un buen programa de radio, todos los días, tanto en momentos de soledad como disfrutando de la compañía de amigos escuchando un partido de fútbol o tomando mate cebado.
Si bien no se puede desconocer el protagonismo de la televisión como medio masivo de comunicación en todo el mundo, y fundamentalmente en los países desarrollados, la radio ha sabido mantener una presencia especial también en todo el planeta. Esto en parte se debe a la facilidad con se puede acceder a un receptor de ondas radiofónicas, dado que resulta mucho más económico comprar una radio que un televisor. Gracias a esto, es posible captar emisoras de radio en prácticamente todos los lugares del mundo.
En las zonas rurales, donde resulta más difícil comprar un televisor, la radio es el medio por excelencia, ya que reúne, entre otras, las características de instantaneidad en la información, supera en rapidez a medios gráficos, es más versátil que los medios televisivos, y, además, es mucho más económica que cualquier otro medio de comunicación que utiliza la electricidad.

La Radio en la década del ’40- ‘50 en Argentina

Hace cuarenta años los programas más escuchados y famosos eran:
En la ciudad de Buenos Aires, las novelas de Alberto Migré, “Odol pregunta”, de entretenimientos, “Glostora-tango Club”, “La Rubia Mirelle”, “El león de Francia”, “El Lobizón”, “Los Pérez García”, que eran famosos radioteatros, y “Cabalgata Deportiva Gillette”, de deportes. Además se transmitían partidos de fútbol y boxeo en vivo.
En la provincia de Jujuy, como en aquella época no existía radio propia, se crearon filiales de las radios nacionales y del interior, principalmente de Tucumán. Las radios escuchadas eran las filiales de radio “El Mundo”, que originó las radios “Splendid”, “Belgrano” y “Jujuy”, que eran transmitidas por la emisora LW8 Red Azul y Blanca Argentina. Los programas más escuchados eran “Tarzán” emitido por radio LR1 “El Mundo”, el programa cultural “Música clásica por el Príncipe Calender” y el programa musical “Miguel Ángel Álvarez y sus amigos de la noche”, que pasaba música clásica.
Los radioteatros eran muy populares en la radio del ‘40 y del ‘50 porque eran programas anteriores a las novelas actuales, y como tales, se emitían diariamente, lo que hizo que se hicieran famosos, principalmente
por la emoción de los programas, las voces de los actores, los ruidos de fondo, su calidad y realismo en cada emisión, las temáticas de las novelas (historias de amor, peleas, conflictos) que fomentaron la imaginación y la fantasía de los oyentes, quienes se juntaban para escuchar la radio y deleitarse con cada historia o capítulo nuevo emitido, y pasar un agradable momento de unión familiar. Los radioteatros más famosos y preferidos por los oyentes eran los “Pérez García”, “El Lobizón”, “No quiero vivir así”, “Sherlock Holmes en Buenos Aires”, y “El león de Francia”.
Los galanes de la voz eran los locutores principales de los programas y los protagonistas de los radioteatros. Los más conocidos eran: Atilio Marinelli, Juan Carlos Torres, Cacho Fontana, Héctor Larrea, Alfredo Alcón, Oscar Casco, Hugo del Carril, Antonio Carrizo, José María Muñoz y Luis Medina Castro.
Las orquestas más escuchadas eran las de Enrique Expósito, Juan Varela, Osvaldo Pugliese, Francisco Canaro, Aníbal Troilo, Mariano Mores, Juan D’arienzo (tango), los Hermanos Ábalos (folklore), Alberto Castillo, Federico D’Ángelis, entre otras, y en el ámbito provincial de Jujuy, la orquesta de Miguel Ángel Álvarez, “Típica Maipo”.
La música que se transmitía en aquellas décadas era muy variada: música clásica, tango, folklore, vals, paso doble, boleros, rock, música del Litoral, chamamé, milongas y danzas.
Los oyentes, en general, participaban de los programas, aunque en esa época no había forma de comunicarse con la radio por teléfono, debido a la escasez de los mismos, obligando a la gente a dirigirse personalmente a los estudios de las radios, participando de las programaciones en directo a través de un auditorio.
En aquellos años, se solía escuchar la radio en forma colectiva, porque era tradición en la época que la familia y los amigos se juntaran a escuchar los radioteatros y las noticias, preferentemente en las casas, porque era muy difícil transportar las radios, pero también se escuchaba en forma individual.

De esta manera, se muestra de manifiesto la eficacia de la radio como medio de comunicación social, desde sus inicios hasta la actualidad, sobreponiéndose al auge que tuvo la televisión en su momento, es decir, que la radio, como medio, ha logrado mantener y aun incrementar su audiencia, y de esta manera continuar siendo un medio popular de comunicación en la Argentina en este siglo XXI que estamos atravesando, aunque sin perder de vista el alcance que tiene Internet, que permite a los usuarios escuchar programas radiales dentro de las mismas páginas web, ni la supremacía que detenta, de manera mundial, la televisión como principal medio de comunicación.

Fuentes: Enciclopedia Encarta 99.
Pigna, Felipe y otros: Historia- El mundo contemporáneo, Buenos Aires, A-Z editora, 2000.

Referencias:
[1] Pigna, Felipe y otros: Historia- El mundo contemporáneo, Buenos Aires, A-Z editora, 2000. Pág. 274.
[2] Pigna, Felipe y otros: Ibidem, 2000. Pág. 275.
[3] Pigna, Felipe y otros: Ibidem, 2000. Pág. 275.

1 comentario:

Napoleón Bonaparte dijo...

Buen articulo amigo, me ha gustado.

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